Sombras

Nosotros (Us, Jordan Peele, 2019)

  “Por tanto, así ha dicho el Señor: he aquí que yo traigo sobre ellos un mal del que no podrán escapar” (Jeremías, 11.11)

  No es frecuente que un director debutante consiga con su primera película concitar tantas alabanzas como las que logró Jordan Peele con Déjame salir (Get Out, 2017). Un logro cimentado en el aplauso del público y de gran parte de la crítica que se vio ratificado por la industria al obtener cuatro nominaciones “mayores” a los premios Oscar y ganar, finalmente, en la categoría de mejor guion original, escrito por el propio Peele. Aún menos frecuente si ese director es afroamericano y su película se adscribe al género de terror, invisible a la hora del reparto de galardones. Sin apartarse demasiado de los elementos clásicos del género, la película contenía un comentario/crítica social en torno a la pervivencia del esclavismo en la sociedad norteamericana, revelando la verdadera identidad supremacista de una burguesía blanca de doble moral que ocultaba su racismo bajo la máscara de la corrección política y las buenas maneras.

  En cierto modo, Nosotros, su segundo trabajo, también es una película sobre la identidad (ya desde su mismo título) que se cuestiona la verdadera naturaleza del ser humano. La familia protagonista del film pasa unos días en una de esas típicas localidades costeras del Pacífico norteamericano. Junto a la playa hay un parque de atracciones donde la madre (excelente Lupita Nyong’o en su doble papel) sufrió, cuando era niña en los años ochenta, un hecho traumático que sigue arrastrando hasta hoy. Una noche, cuatro replicas ominosas de los miembros de la familia se presentan, surgidas de la nada, frente a la casa de verano (en una de las imágenes más poderosas y terroríficas de todo el film) desencadenando la inquietud y el miedo.

  En Nosotros, por encima de una lectura política (que sí estaba presente o, al menos, de forma más explícita en Déjame salir) se impone una lectura moral sobre nuestras raíces más oscuras, sobre la zona de sombras que forma parte de nuestra identidad. Partiendo del tema del doble (recurrente en el género fantástico) el film de Peele no es tanto un relato sobre reflejos o espejos como sobre sombras. Esa sombra alargada y oscura que nos acompaña durante toda nuestra vida y que oculta nuestra latente animalidad, nuestra violencia, nuestro instinto de supervivencia y nuestros demonios más aterradores, convertidos en el film en pesadilla real, física, que viene a tomarse venganza.

  Peele consigue crear una magnífica película de terror puro en su parte central (tomando como base los elementos del subgénero conocido como home invasion) y deslizarse, desafortunadamente, hacia los territorios del fantástico (variante apocalíptica) en su tramo final para desentrañar el misterio (que permite conectar el prólogo en los años ochenta con el presente) y dar una explicación (¿o quizá demasiadas?) que justifique los extraños sucesos narrados. Peele se maneja bien en la creación de atmósferas inquietantes (una película sobre sombras de tono sombrío, de zonas oscuras, de rostros y formas difuminadas), en el uso de los tópicos genéricos (el trauma infantil, el parque de atracciones, el doble, la invasión violenta del hogar, los objetos cotidianos como armas capaces de matar y lacerar), en la dosificación de la violencia y las secuencias de acción, sin despreciar los habituales y manidos sustos o el uso del humor (con mayor presencia que en su anterior film) con la finalidad de suavizar los momentos de terror aunque en algunos momentos aparezca de manera algo forzada.

  Antes decíamos que Nosotros se presta más a una lectura moral que política pero ¿es posible esta última?, ¿está Jordan Peele hablando de nuestro presente?, ¿de cómo algo oculto ha salido a la superficie dispuesto a dominar nuestro mundo y nuestras vidas?, ¿del paso traumático de la era Obama a la era Trump en Estados Unidos? (el título original hace referencia al pronombre nosotros pero también a las iniciales United States), ¿de las sombras de un neofascismo que se hacen visibles en un mundo débil, lleno de buenas intenciones pero incapaz de curar los traumas del pasado? Puede que esto sea ir demasiado lejos pero no sería la primera vez (ni será la última) que el cine de terror nos está alertando sobre lo que se mueve entre las sombras de nuestro mundo.