Jeannette, la infancia de Juana de Arco (Jeannette, l’enfance de Jeanne d’Arc, Bruno Dumont, 2017)
En el artículo que dedicábamos al anterior film de Bruno Dumont, La alta sociedad (Ma Loute, 2016), hablábamos de la influencia que Bresson y Dreyer habían tenido en el cine del francés: el ritmo contemplativo de sus films, revestido de trascendencia (sobre todo en la etapa anterior a la aparición de lo cómico con El pequeño Quinquin [P’tit Quinquin, 2014]) o su gusto por personajes silenciosos, encerrados en sí mismos y que revelaban, en ocasiones, cierta santidad mística. No es casual, por tanto, que Dumont fije sus ojos en un personaje como Juana de Arco al que los directores citados dedicaron sendas películas, convertidas en obras maestras indiscutibles de la historia del cine, como La pasión de Juana de Arco (La passion de Jeanne d’Arc, Carl Theodor Dreyer, 1928) y El proceso de Juana de Arco (Procès de Jeanne d’Arc, Robert Bresson, 1962). Seguir leyendo…
Quienes conozcan la obra del francés Bruno Dumont reconocerán inmediatamente los espacios donde transcurre La alta sociedad. Estamos en la Côte d’Opale, en la región Norte-Pas de Calais (lugar de nacimiento de Dumont y donde ha filmado gran parte de sus películas). La playa y su bahía, con sus dunas y acantilados, sus estrechos caminos, las granjas y campos dedicados a la ganadería y la agricultura o los bosques cercanos al mar. Pero la belleza (idílica) del lugar esconde una parte oscura: la muerte, el crimen, la violencia, el misterio, lo irresoluble, parecen surgir, como una maldición, de la tierra que pisan sus personajes. 
La imagen que habla 